Hay una batalla que está ocurriendo sobre el futuro de las publicaciones académicas, pero el impacto que este combate tendrá en el mundo será cualquier cosa menos académico. Los riesgos son altos, y hay víctimas reales.
Este 1 y 2 de Febrero, se llevarán a cabo unas audiencias orales por el caso de Diego Gómez, un estudiante colombiano que está siendo enjuiciado por compartir con sus colegas a través de Internet la tesis de maestría de otro estudiante, algo que miles de investigadores lo hacen todos los días. Diego enfrenta la posibilidad de años bajo prisión, gracias a las fuertes sanciones por la infracción de derechos de autor que Colombia implementó como parte de un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos del 2012.
La EFF ha sostenido durante mucho tiempo que las excesivas reglas del derecho de autor tienen un efecto paralizante sobre el derecho de las personas, especialmente en países donde la ley del derecho de autor no protege la libertad de expresión de los usuarios a través de robustas excepciones y limitaciones de uso razonable de las normas de derechos de autor.
Independientemente de las opiniones particulares sobre las sanciones del derecho de autor, sin embargo, un elemento es indiscutible: si las publicaciones de acceso abierto fueran un estándar global, Diego no estaría en los tribunales en absoluto. Los investigadores no deben correr el riesgo de penas severas por compartir la información. Es tiempo de cambios para las publicaciones.
Juntos, podemos hacer que el acceso abierto al conocimiento sea la norma en las publicaciones académicas y científicas a nivel mundial. Únete a nuestra campaña y apoya a Diego.
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