Si usas Instagram, probablemente has sido bombardeado por las historias de Instagram y notificaciones sobre nuevas características como emojis, temas de chat, autoadhesivos y "mensajería multiplataforma" que te permitirán intercambiar mensajes directos con (e incluso buscar a) amigos que están en Facebook. Pero las insistentes notificaciones pidiendo "actualizar la mensajería" minimizan el alcance de este cambio, que difuminará las líneas que separan dos aplicaciones en formas que podrían sorprender desagradablemente a los usuarios.

Imágenes de notificaciónes promoviendo nuevas características al actualizar la Mensajería en Instagram

Peor aún, si eliges aceptar la actualización, no hay marcha atrás. Leer la letra pequeña de la parte inferior plantea dudas sobre si se trata de una mera actualización o de un sistema de mensajería completamente nuevo.

"Cuando actualizas, la versión antigua dejará de estar disponible."

Imagen de una notificación promoviendo nuevas características con un texto en letra pequeña en la parte inferior: "Cuando actualices, la versión antigua dejará de estar disponible."

La "versión antigua" a la que se refiere Facebook es simplemente la aplicación de mensajería Instagram Direct. Y la "nueva versión" es un nuevo sistema de mensajería que une a Instagram y Facebook.

En pocas palabras, ahora tienes "Instagram Messenger". Después de la "actualización", tienes en esencia el Facebook Messenger dentro de Instagram.

Competencia

Facebook anunció su intención de fusionar Facebook Messenger, Instagram Direct y WhatsApp en marzo de 2019. El anuncio prometía nuevas funcionalidades de privacidad y seguridad en todos los ámbitos, incluyendo cifrado de extremo a extremo, mensajes efímeros y reducción de la retención de datos. El cifrado de extremo a extremo más allá de WhatsApp no ha llegado todavía, pero la mensajería multiplataforma entre Messenger e Instagram es claramente un paso en este gran plan. Y su ejecución parece estar en sintonía con la costumbre de Facebook de minimizar la extensión -y la invasión- de un movimiento empresarial para conseguir que los usuarios hagan clic en "ok".

Cuando Facebook adquirió WhatsApp en 2014, las autoridades antimonopolio ya estaban preocupadas por lo que esto significaba para los consumidores. Los usuarios de WhatsApp habían optado por utilizar un servicio fuera de Facebook, y a muchos les preocupaba que no se tratara sólo de un intento de adquirir los datos de los usuarios y aplastar a los competidores, sino también de fusionar finalmente WhatsApp en el ecosistema de Facebook. Facebook prometió mantener los dos servicios operando por separado, y Facebook rompió esa promesa sólo dos años después, con una notificación igualmente  poco clara a los usuarios.

La adquisición de Instagram por parte de Facebook en 2012 trajo consigo la misma historia, preocupaciones y el fracaso de las autoridades para evaluar adecuadamente la adquisición. Ahora, esta última actualización representa otro paso hacia la fusión de Instagram con Facebook, y hace más difícil distinguir una de la otra. No es una coincidencia que la versión "actualizada" de la aplicación de mensajería de Instagram no utilice el logo de Instagram o uno nuevo, sino el de Facebook Messenger.

En el anuncio inicial de 2019 sobre la fusión de las tres aplicaciones de mensajería, Facebook lo llamó un paso hacia la "interoperabilidad", diciendo: "Queremos dar a la gente una opción para que puedan llegar a sus amigos a través de estas redes desde cualquier aplicación que prefieran". Pero comunicarse a través de servicios que pertenecen y son operados por una sola compañía no es interoperabilidad. Si acaso, Facebook no está tratando de hacer que sus mensajeros sean interoperables, sino que trata de hacerlos indistinguibles ante los reguladores con preocupaciones de competencia y de intercambio de datos y de los usuarios. Y, si esta actualización de Instagram es una indicación, los usuarios no tienen la oportunidad de hacer una elección clara e informada.

Elección

Las compañías tecnológicas como Facebook han llegado a dominar el arte de distorsionar la elección y el consentimiento. Aquí, tienes la opción de cambiar al nuevo sistema de mensajería, pero no tienes la opción de volver a la versión anterior, no vinculada on Messenger, de Instagram. Más importante aún, ocultar este detalle en la letra pequeña hace que sea una elección poco clara para los usuarios que están rodeados de notificaciones, pings y banners presionándolos para que hagan el cambio. Sin olvidar que la política de Facebook significa que este cambio eventualmente enlazará con su nombre real.

Esto no es una actualización, sino un nuevo sistema de mensajería del que no se puede volver a cambiar. No hay nada especialmente innovador en tener colores en los chats, o nuevos emojis. Facebook podría haber añadido estos a la aplicación de mensajería Instagram Direct sin traer consigo la funcionalidad multiplataforma de Facebook Messenger. Estas son simplemente características presentadas para devaluar artificialmente uno de los sistemas, distraer de los cambios reales, y manipular a los usuarios para cambiar a un sistema diferente. Esto no es una "actualización", sino un cambio forzado para desdibujar las líneas entre las aplicaciones propiedad de Facebook.

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